Datos personales

sábado, 2 de mayo de 2009

El Oído Interno

El sistema del equilibrio anatómicamente está compuesto por una serie de órganos sensoriales y centros neurales que relacionados entre sí, conforman la unidad funcional del sistema:

▪ Sistema Nervioso Central.
▪ Troncoencéfalo - Cerebelo.
▪ Sistema vestibular.
▪ Sistema visual.
▪ Sistema propioceptivo, cinestésico y táctil.
▪ Vías neurales de interconexión.
▪ Sistema musculoesquelético.

En este tema se describe la anatomía e histología del órgano vestibular. Igualmente se describen las conexiones nerviosas que interconectan los distintos órganos y centros neurales que conforman funcionalmente el sistema del equilibrio.

Reseña histórica.

Durante mucho tiempo se consideró que el equilibrio, así como sus trastornos, radicaban en el encéfalo exclusivamente. Hasta la época del renacimiento italiano, el laberinto y toda la estructura del oído interno fue considerada como una de las partes más ocultas del cuerpo para la ciencia médica. Galeno 200 a.c. consideró que era insondable y lo comparó con un laberinto, creyendo que estaba lleno de aire. Hasta la época de Vesalius las disecciones anatómicas estuvieron prohibidas por la Iglesia Católica. Con el Renacimiento aparecen las primeras descripciones anatómicas cuando el Papa Clemente VII permitió ayudar a la enseñanza de la anatomía mediante la disección de cadáveres. Esta autorización abrió el camino para una revolución anatómica dirigida por Andreas Vesalius y fueron tres contemporáneos suyos, Gabriel Falloppio (1523-1562), Giovanni Ingrassia (1510-1580) y Batolomeo Eustachio (1510-1571), los primeros en hacer las primeras descripciones detalladas del laberinto y de los CS. Las ilustraciones y esquemas de estos tres autores fueron tan detalladas y completas que dejaron ya poco por hacer a los anatomistas que les sucedieron.
No se publicaron nuevos datos de relevancia sobre la anatomía laberíntica hasta la llegada del microscopio. Domenico Cotugno de Nápoles (1736-1822) con la ayuda del microscopio y algunos otros avances científicos de la época, realiza una descripción anatómica más exhaustiva del aparato vestibular que comunica en su tratado De Aquaeductibus Auris Humanae Internae Anatomica Dissertatio. Describe el acueducto coclear y vestibular y la existencia de líquido en el interior del oído interno. Señalo la existencia de un acueducto que conecta el laberinto con un pequeño saco membranoso adyacente a la duramadre, que denominó cavitas aquaeductus mebranae, conocido hoy como saco endolinfático.

A finales del siglo XVIII los trabajos anatómicos llegan a un conocimiento casi completo de la anatomía del laberinto óseo. En cuanto al laberinto membranoso fue Antonio Scarpa (1752-1832) quien describió la anatomía correcta del laberinto membranoso en su obra Disquisitiones anatomicae de auditu et olfatu. Además de una completa descripción de todo el laberinto membranoso, observó que estaba lleno de un liquido que fue denominado liquido de Scarpa o endolinfa. Por tanto, a comienzos del siglo XIX el conocimiento anatómico del laberinto posterior era casi completo.
EL OÍDO INTERNO
El oído interno o laberinto se encuentra dentro del hueso temporal. Puede dividirse morfológicamente en laberinto óseo y laberinto membranoso. El laberinto óseo es la cápsula ósea que rodea al laberinto membranoso, y éste último consiste en un sistema hueco que contiene a la endolinfa. Entre laberinto óseo y membranoso se encuentra la perilinfa, que es en parte un filtrado de la sangre y en parte difusión de líquido cefalorraquídeo. La endolinfa se produce en la estría vascular.

El sistema perilinfático desemboca en el espacio subaracnoídeo a través del acueducto coclear, mientras que el sistema endolinfático viaja a lo largo del ducto endolinfático y termina en el espacio epidural en un saco ciego llamado saco endolinfático.


Dentro del oído interno se reconocen sistemas distintos, el laberinto posterior encargado del equilibrio y el sistema coclear encargado de la parte auditiva:




1. El sistema vestibular o laberinto posterior

Está formado por el utrículo, el sáculo y tres canales semicirculares (anterior, posterior y lateral). Cada una de estas estructuras contiene células especializadas para detectar aceleración y desaceleración, ya sea lineal (como es el caso de la mácula y el utrículo) o angular (canales semicirculares).

La función de este receptor es la mantención del equilibrio. El nervio vestibular está formado por células bipolares procedentes del utrículo, sáculo y canales semicirculares, cuyo ganglio -el ganglio vestibular- está situado dentro del conducto auditivo interno. El nervio vestibular atraviesa dicho conducto junto con el nervio coclear y el nervio facial. Existen cuatro núcleos vestibulares -el área vestibularis- en la unión entre el Bulbo Raquídeo y la Protuberancia, en la porción lateral del piso del 4° ventrículo.
Dicha área posee conexiones nerviosas con: el cerebelo, vía pedúnculo cerebelar inferior; con la segunda neurona motora de la médula espinal, a través del tracto vestíbulo-espinal y con distintos pares craneanos (por ej: III y IV pares), a través del tracto longitudinal medial (conexiones que proveen la base anatómica, por ejemplo, del nistagmo).
A nivel cerebral se integra la información aportada por el sistema vestibular con la información visual y la propioceptiva de modo de lograr coordinación postural y control motor.


2. La cóclea o laberinto anterior

El caracol o cóclea, contiene en su interior al Órgano de Corti, que es un mecanorreceptor. Está formado por células ciliadas que descansan sobre la membrana basilar. Los cilios de estas células se encuentran en contacto con la membrana tectoria. Cuando se produce un estímulo el estribo ejerce presión sobre la ventana oval, esto genera una onda en la perilinfa que viaja a lo largo de la cóclea desplazando la membrana basilar. Esto produce flexión de los cilios en contacto con la membrana tectoria lo que se traduce en cambios de potencial celular que generan estímulos nerviosos a través de las células bipolares del nervio coclear.

Las prolongaciones periféricas de estas células bipolares viajan hasta el ganglio coclear a partir del cual se origina este nervio. Al llegar al Bulbo Raquídeo, el nervio coclear se divide en dos raices: una ventral y otra dorsal. La raíz dorsal se dirige al Pedúnculo Cerebelar inferior, terminando en el núcleo coclear dorsal o tubérculo acústico, adyacente al receso lateral del cuarto ventrículo. La raíz ventral termina en el núcleo coclear ventral, situado hacia caudal y lateral del pedúnculo cerebelar inferior. De los núcleos cocleares dorsales y ventrales nacen las segundas neuronas, las que se decusan parcialmente, terminando en los núcleos trapezoideos ventrales y dorsales. Algunas fibras auditivas pasan a través de dichos núcleos sin interrupción, uniéndose a las fibras que dejan estos núcleos, formando el fascículo o lemnisco lateral, el cual se dirige hacia cefálico terminando en dos centros: Colículo inferior y Cuerpo Geniculado medial. A partir de este punto nacen las radiaciones acústicas que integran la información en la corteza temporal.

viernes, 1 de mayo de 2009

El Oído Medio

EL OIDO MEDIO

El oído medio comprende:

1.1. La caja timpánica

Es un espacio aproximado oblongado (como una lente bicóncava) tapizado completamente por mucosa; consta de 6 caras o paredes, y son las siguientes:

1. La cara externa, ocupada casi en su totalidad por la membrana timpánica.
2. La interna o laberíntica y en su parte central hay una prominencia de la caja timpánica: el promontorio, que corresponde al saliente de la espiral basal del caracol; asimismo se encuentran las ventanas laberínticas: Oval y Redonda; y el nervio facial (VII par craneal) que atraviesa toda la caja muy cerca de la ventana oval.
3. La superior o Tegmen Tympani, en relación con la fosa cerebral media.
4. La inferior o Pars Yugularis, en relación con el golfo de la vena yugular.
5. La cara anterior, carotidea o tubárica, en relación con la carótida y con el orificio externo de la Trompa de Eustaquio.
6. La posterior o mastoidea, en comunicación con el antro y celdas mastoideas mediante el aditus ad antrum.


1.2. Huesecillos del Oído

En el Oído Medio existen 3 osículos o huesecillos: Martillo, Yunque y Estribo; tienen por objeto conectar la membrana timpánica con la ventana oval y son el medio normal de transmisión del sonido a través del oído medio. El martillo posee cabeza, cuello y mango o manubrio, así como una apófisis corta. El martillo está íntimamente insertado entre las capas de la membrana timpánica en su porción del mango o manubrio, así como una apófisis corta. El martillo está íntimamente insertado entre las capas de la membrana timpánica en su porción del mango, y de él parten los ligamentos timpanomaleolares anterior y posterior que dividen a la membrana timpánica en pars fláccida y pars tensa. La pars flácida tiene 2 capas: epitelial y endotelial; mientras que la pars tensa tiene 3 capas: epitelial, fibrosa y endotelial.
La cabeza del martillo se articula con el cuerpo del yunque (sinartrosis), y éste a través de su apófisis larga se articula con la cabeza del estribo; a su vez, la platina del estribo se inseta en la ventana oval y estimula a los líquidos perilaberínticos en el proceso de la audición.
Hay que recordar que existen 2 músculos: el músculo del estribo, inervado por el facial y el músculo tensor del tímpano, inervado por el trigémino; ambos músculos protegen el oído interno de los ruidos intensos y súbitos que pueden lesionarle.


1.3. Las Cavidades o Celdas Mastoideas

Se desarrollan de un sistema primario de neumatización formado por el eje trompa-caja-antro.
El hueso temporal en el que se formarán las celdas mastoideas al principio está formado por peñasco, escama y porción timpánica. Estos huesos se sueldan unos a otros alrededor de la 1ª hendidura braquial, que formará la mucosa del oído medio.
Desde el punto de vista anatomo-patológico, el hueso temporal se divide en 3 porciones:
1) Mastoides o apófisis mastoidea, situado por detrás del conducto auditivo externo y la caja.
2) La Paramastoides escamocigomática, formado por las raíces del cigoma y la escama.
3) La Paramastoides petrosa o peñasco, que contiene el laberinto.
Según el tipo de desarrollo celular podemos describir los siguientes tipos de mastoides:
a. Neumática
b. Neumatidiplóica
c. Ebúrnea


1.4. Trompa de Eustaquio

La Trompa de Eustaquio o conducto faringotimpánico conecta la nasofarínge con la caja timpánica. Tiene 2 porciones:


a) Interna o cartilaginosa que mide 24 mm de longitud.

b) Externa u ósea que mide 12 mm.
La Trompa de Eustaquio, que normalmente está cerrada, presenta su menor resistencia a la abertura cuando la cabeza está erecta, la inclinación de la cabeza hacia atrás o adelante aumenta la resistencia pasiva de la trompa. La trompa se abre activamente por la acción de los músculos elevadores y tensores del paladar, durante la deglución, la masticación y el bostezo.
La función de la Trompa de Eustaquio es proporcionar una vía aérea desde la nasofarínge al oído para igualar las presiones en ambos lados de la membrana timpánica.


2. Fisiología de la Audición

El Sistema Decibélico es un método logarítmico para tratar cómodamente con números grandes. La extensión de la gama de sonidos que puede percibir el oído humano es tan grande que requiere la aplicación de un método logarítmico. Un movimiento infinitesimal de los cilios del Órgano de Corti es suficiente para producir una débil sensación auditiva, y sin embargo, si se aumenta la energía un millón de veces, la sensación que se produce es aún tolerable para el oído, y es equivalente a unos 129 decibles.
Es importante comprender bien que el decibel no es un valor absoluto, sino una razón matemática.